Creo que ya va siendo hora de madurar
De que éstas quemaduras se puedan curar a oscuras
Y si el tiempo me perdona recuerdos que murieron
Volver a darte los besos, aquellos que no se dieron
Sé, vientos, de, sueños, que, el viento nos narraba
Narraba en la cascada donde acaban las miradas
Si, vengo de iluso, ¿que quieres que le haga?

Allá donde me diste besos hoy tengo una llaga paga
Las promesas no se olvidan las mentiras más piadosas
Seguirán siendo mentira, si mí vida
¿Dónde están las cuerdas de tu arpa?
¿Dónde se esconden los remos de mi barca?
Las marcas de mis manos siempre dicen mi futuro
Los niños sonreímos y no tenemos ni un duro, lo juro!
Yo no robo a nadie

Y a mí me han robado el corazón por darle un beso al aire
Que el fraile, ya no danza con la esperanza
Agárrese al caballo que viene de bonanza
Hoy con Resco, el flow más fresco
Las chicas más guapas llegan cuando aparezco
Hoy con Resco, el flow más fresco
Mis letras en grande justo lo que merezco
Las chicas más guapas llegan cuando aparezco

Mis letras en grande, justo lo que merezco
No hay nadie despierto ya a estas horas
La noche está tan sola que llora, señora
Le invitaré un poema, y mientras se los toma usted me cuenta sus problemas
¿Los míos? Los de siempre

Los que llevo arrastrando desde que fuí adolescente
Cuenta veinte y veinte cuanto antes
Allá donde Cervantes, le dijo a Dulcinea
Quijote no está loco, loco está el que así lo crea
Y matarás por amor? Si es que no mueres de celos
Que es tiempo de ir saliendo con actrices y modelos
Dijo, alguno que lloraba escondido en el pagnasio

Nos tomaron por payasos a los mímos
¿Acaso nos dormimos al morirnos?
Tal vez tengamos que irnos hacia otra galaxia
Y que uno de tus besos me produzca la talaxia
Hoy con Resco, el flow más fresco
Las chicas más guapas llegan cuando aparezco
Hoy con Resco, el flow más fresco

Mis letras en grande justo lo que merezco, justo lo que merezco
Los días pasaban, sin demasiado sentido, pero pasaban
Gastándome las horas, con un vacío existencial tremendo
Aquí queda ésto
Saludos, a mis musas más prohibidas