Como cruzando con la mirada un puente imaginario, así se ve a Demian Rodríguez, con su guitarra pegada, esperando el momento justo para devorar el detalle que germinará en una canción. Sentado en un escalón cualquiera de Valparaíso. Pensativo. Ceño fruncido casi siempre. Recorriendo en solitario los recuerdos que tiene de hace cinco o seis meses.
Demian Rodríguez viene también de San Antonio, el puerto olvidado, en donde creció rodeado de espadas de albacora y cantores a lo...