Esta es la historia que les vengo a contar
La de un hombre falso y su engaño mortal
Toda mi vida le entregué sin preguntar
Y terminé entre las rejas en esta oscura realidad

En este triste hueco, sola y sin poder cantar
Poco a poco, descubriendo la horrible verdad
Mi alma se ha llenado de una amarga soledad
Y solo en venganza y en verte la cara
Sufriendo puedo pensar

Sangre en mis ojos, de tanto llorar
Es la turbia mirada que jamás olvidarás
Y al caer herido, perdón suplicarás
Y solo al final mi alma descansará

Tiembla, porque llegó tu depredador
Tú me robaste toda la ilusión
Tu mente solo sabe de traición
Eres la serpiente que me envenenó

Vengo con dulces palabras y amor
Las mismas que usaste en aquella actuación
De un hombre amoroso, galante y honesto
Que solo en tu mente torcida existió

Oh-oh-oh-oh, que solo en tu mente torcida existió
Oh-oh-oh-oh, que solo en tu mente torcida existió

Mira, tiembla porque llegó la jebaza
Tan pronto como pueda voy a darte mi venganza
Iluso te volviste y hasta ciega me creíste
Pero nadie va a salvarte, porque vine a destruirte

Desde mi condena te pensaba diariamente
Y muy frecuentemente, yo soñaba con tenerte
Porque por amor un día todo lo perdí
Pero vuelvo renovada solo pa' verte sufrir, oh-oh-oh-oh

Te lo digo, miserable
Ahora vengo por ti

Tiembla, porque llegó tu depredador
Tú me robaste toda la ilusión
Tu mente solo sabe de traición
Eres la serpiente que me envenenó

Vengo con dulces palabras y amor
Las mismas que usaste en aquella actuación
De un hombre amoroso, galante y honesto
Que solo en tu mente torcida existió

Oh-oh-oh-oh, que solo en tu mente torcida existió
Oh-oh-oh-oh, que solo en tu mente torcida existió

Tiembla, porque llegó tu depredador
Tú me robaste toda la ilusión
Tu mente solo sabe de traición
Eres la serpiente que me envenenó

Vengo con dulces palabras de amor
Las mismas que usaste en aquella actuación
De un hombre amoroso, galante y honesto
Que solo en tu mente torcida existió

Oh-oh-oh-oh, que solo en tu mente torcida existió
Oh-oh-oh-oh, que solo en tu mente torcida existió